¡Holaaaaaa! Hoy, por fin, cuatro meses
después, voy a hablaros sobre uno de los mejores findes que he vivido aquí en
Estados Unidos y el que repetiría una y mil veces.
Todo comenzó cuando Paloma, una amiga
de Cáceres y la cual conocí en mi grado de universidad, me dijo si quería pasar
el fin de semana en su casa, ya que ella es también au pair y vive en
Larchmont, al norte de la ciudad de Nueva York. Así pues, quedamos en vernos el
viernes 25 de noviembre sobre las 18:00 por lo que cogí el
tren a las 16:00 para llegar a tiempo a su estación, Grand Central, ya que de
Seaford a NYC hay una hora de viaje. El problema fue que justo cuando ya estaba
en el tren Paloma me dijo que tenía que quedar más tarde porque debía cuidar
más tiempo a los niños así es que no podíamos vernos hasta las 20:30. Por lo
tanto, ¿qué podía hacer durante esas 3 horas y media? Muy fácil: ¡Ir a ver la
obra de teatro de mi actor favorito! Y es que la semana anterior me enteré que
Richard Armitage estaba representando “Love love love” en Nueva York hasta
mediados de diciembre.
Nada más bajar del tren puse
rumbo a la tienda TKTS de Times Square. Para los que no la conozcáis, es una
tienda que vende las entradas que no se han vendido ese día al 40 o 50% de
descuento.
Al llegar había una cola enorme pero
yo tenía que intentarlo, por lo que esperé. Tras 20 o 30 minutos llegué a la
taquilla y… ¡conseguí mi entrada! Estaba que no me lo podía creer.
Más feliz que una perdiz puse rumbo al
teatro para esperar allí la hora que faltaba hasta que comenzara la función.
Cuando quedaban 10 minutos entré en la sala y un señor me dio el playbill (librillo)
de la obra. Enseguida las luces se apagaron y comenzó la función. La obra
contaba la vida de Richard y su esposa en tres actos: cuando eran jóvenes,
cuando estaban casados y cuando sus hijos eran mayores. Fueron las mejores 2
horas y 10 minutos de mi vida, viéndolo actuar desde tan cerca y admirando lo
bien que lo hacía.
Cuando la función terminó me reuní con
Paloma y estuvimos esperándolo en la puerta del teatro. Tras 15 minutos comenzaron a salir
los actores y, afortunadamente, vimos que Richard se paraba para firmar
autógrafos. Como buena fan aproveché para sacar fotos y vídeos y cuando cogió
mi playbill para firmarlo le dije “you were awesome!” (estuviste increíble), a
lo que él me respondió “thaaaaaaaank you so much”. ¡La emoción que sentía era inmensa!
Una vez se fue, Paloma y yo dimos un
paseo por la sexta avenida, la cual estaba decorada con luces de navidad, y
pusimos rumbo a Burger Joint, una hamburguesería que se encuentra en el hall
del hotel “Le Parker Meridien”. Para mi gusto la hamburguesa estaba un pelín
seca pero el sabor era muy bueno.
Al terminar fuimos a Grand Central
para coger el tren hacia Larchmont ya que al día siguiente nos tocaba un
intenso día de compras.
Como habéis podido leer, ese día fue
uno de los mejores de mi vida. No sabéis lo ilusionada y emocionada que estaba
por haber conocido a mi actor favorito (bueno, os lo podéis imaginar por el
vídeo que hay a continuación):
Como siempre, muchas gracias por
leerme. Espero que os haya gustado y nos vemos pronto en otra entrada.